Nuestro sistema de trabajo
Performance Training nace a partir de un nuevo enfoque del entrenamiento personal orientado a potenciar las aptitudes físicas y psicológicas de cada sujeto en base a su entorno, características individuales, capacidades, objetivos y requerimientos específicos.
Para optimizar la salud y el rendimiento de cada individuo, existen es cuatro áreas clave, las cuales, resulta esencial que se trabajen de manera adecuada y equilibrada: mentalidad, nutrición / hidratación, movimiento y regeneración.
MENTALIDAD
La mentalidad consiste en aprovechar el poder de nuestros pensamientos y hábitos para que nos ayuden a funcionar mejor y es una de las herramientas más potentes a la hora de manejar el estrés y/o las diferentes situaciones que podemos encontrarnos en el día a día.
Los pensamientos pueden influir enormemente en nuestra realidad, y probablemente sean nuestra recurso número uno cuando los utilizamos correctamente.
Muchos programas de dieta y ejercicio asumen que todo lo que se necesita es diseñar buenos hábitos alimenticios y estar en mejor forma física, pero eso solo funciona a corto plazo y no para la mayoría de la gente.
Para que la salud y el rendimiento sean algo sostenible a lo largo del tiempo, es esencial que estén alineados con una mentalidad que sea compatible con nuestros valores y que considere el proceso como una parte tan importante o más que el resultado final.
Para el éxito a largo plazo, es importante crear una mentalidad sólida, que nos guíe a través del proceso y nos mantenga motivados hacia un cambio de estilo de vida.
Todos tenemos las mismas 24 horas a lo largo del día… La calidad con la que las usamos es lo que determina nuestros resultados
NUTRICIÓN / HIDRATACIÓN
COMBUSTIBLE – CONSTRUIR – PROTEGER – PREVENIR – HIDRATAR
Una nutrición equilibrada puede respaldar enormemente nuestros niveles de energía, manejo del estrés, rendimiento, recuperación de lesiones y emociones. Comer de manera óptima y beber abundantes cantidades de agua puede contribuir en gran medida a proteger nuestra salud.
Además, comprender la importancia de la nutrición, nos ayudará a mantener buenos hábitos alimenticios.
La clave del camino hacia el éxito no se trata de la privación, sino que se enfoca en ser proactivos con nuestra salud mediante la combinación de nutrientes, alimentos enteros, agua y ejercicio de tal manera que, estos elementos esenciales para obtener los mejores resultados, pasen a ser una parte sostenible de nuestro estilo de vida. Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar y ser conscientes de que en lugar de vivir para comer, estamos comiendo para vivir.
MOVIMIENTO
Las palabras “movimiento” y “ejercicio” a menudo se usan de forma indiferente, pero aunque están relacionadas, existe una distinción muy importante entre ellas. Como humanos, nuestras vidas están llenas de movimiento. El movimiento es un aspecto vital de la salud y la forma física. Sin la capacidad de movernos sin dolor o limitación, comenzamos a perder no solo nuestra capacidad de hacer cosas básicas como pararnos, caminar o levantar cosas pesadas, sino que perdemos nuestra libertad. Sin embargo, no todo el movimiento es ejercicio.
Usamos el término “ejercicio” cuando hablamos de actividades como ir al gimnasio o salir a correr. Si bien estos tipos de actividades estructuradas son una parte importante del concepto de movimiento, sin patrones de movimiento saludables, podemos hacernos más daño a largo plazo que bien.
El movimiento es esencial, el ejercicio es opcional.
Enfocarse primero en los patrones de movimiento fundamentales es una herramienta esencial para permitirnos vivir libremente, con menos límites. Y ningún programa de acondicionamiento físico puede competir con los resultados que podemos observar al movernos más y mejor, todos los días.
REGENERACIÓN
ESTRÉS SALUDABLE + REGENERACIÓN ADECUADA = ÉXITO
Los entrenamientos prolongados a lo largo de la semana pueden agregar un estrés fisiológico adicional al estrés “habitual” del día a día, el trabajo y las relaciones personales. El exceso de estrés puede poner a su cuerpo en riesgo de lesión. Equilibrar los días duros, con días de “regeneración”, más llevaderos, nos permite obtener ese tiempo tan necesario de regeneración.
Hay dos tipos de recuperación: activa y total. La recuperación activa se refiere a realizar actividades de baja intensidad (pasear, andar en bici, etc.), mientras que la recuperación total involucra cosas como hidroterapia, masajes y otros elementos que requieren poco o ningún esfuerzo.
Muchos de los procesos físicos y mentales del cuerpo se reparan y refrescan mientras dormimos por la noche. La calidad del sueño (en los momentos apropiados) debe ser alta en la lista de prioridades de regeneración, ya que es esencial para la recuperación tanto física como mental y para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.
Cuando hablamos de regeneración, lo aplicamos a todas las áreas clave de nuestras vidas, tomándonos algo de tiempo entre las tareas diarias para refrescar nuestras mente o incluso tomando un descanso de un plan de alimentación estricto para comer algo no necesariamente “fitness”.
La mentalidad impulsa la motivación. Mantenla fuerte.
La nutrición apoya una mente y un cuerpo sanos. Mantenla limpia y equilibrada.
El movimiento mejora el rendimiento. Mantenlo de calidad.
La recuperación restaura y revitaliza. Mantenla suficiente y consistente.